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DESEMBOLSOS POR NUEVAS INVERSIONES

Es muy común que, cuando se decide comenzar un negocio o empresa, se realice una serie de desembolsos producto de la iniciación o puesta en marcha de este. Lo mismo ocurre cuando las empresas deciden ampliar su posición en el mercado a través del lanzamiento de un nuevo producto, un nuevo servicio, o similares. Para materializar estos cometidos el empresario o inversor debe desprenderse generalmente de grandes sumas de dinero, mermando sus flujos de efectivo de acuerdo con su plan de trabajo o presupuesto de inversión.

Asimismo, vemos que por lo general estos desembolsos son soportados en su mayoría, con los comprobantes de pago correspondientes, de conformidad con lo establecido en la norma que rige la materia; esto es, el Decreto Ley N° 25632 Ley Marco de Comprobantes de Pago y su Reglamento. Esto le permite al inversor aprovechar el importe y su IGV como gasto deducible de impuesto a la renta y, el crédito fiscal en la declaración mensual del IGV, respectivamente.

En el ámbito financiero este tipo de transacciones, debido a su naturaleza contable, debe ser reconocida en los estados financieros como Cargos Diferidos en el o los períodos en que se causen, debido a que éstos le generarán al inversor retribuciones económicas en el futuro. Es decir, los Cargos Diferidos, son desembolsos presentes, sobre los cuales se esperan obtener beneficios económicos en períodos futuros. Este tipo de transacciones generará, asimismo, una amortización de Cargos Diferidos que ocasionará el reconocimiento de un gasto en el ejercicio en que se amortiza y, se repetirá en tantos ejercicios como haya determinado amortizar el inversor, decisión que es tomada sobre una base razonable o cierta de acuerdo con la planificación que dio nacimiento a dichos desembolsos o cargos.

En cuanto al ámbito tributario, hacer este tipo de reconocimiento en la contabilidad es apropiada y aceptada por la Administración Tributaria (SUNAT) ya que el INFORME N.° 173-2016-SUNAT/5D0000 señala lo siguiente:

“(…) en una aproximación al sentido y alcance del término “gastos preoperativos”, la doctrina contable señala que los “gastos (Cargos) diferidos” son aquellos que “representan gastos ya producidos que se retrasan al futuro porque está previsto que beneficien a futuros ingresos o porque representan una verdadera asignación de costes a operaciones futuras”. Agrega también que, “de acuerdo al postulado contable de equiparación de ingresos y gastos, si un coste producido en un período va a beneficiar a uno o varios períodos futuros, mediante una contribución a los ingresos o una reducción a los costes, ese coste debe diferirse hasta el correspondiente período futuro. Así pues, si una empresa incurre en costes sustanciales de puesta en marcha para hacer funcionar unas instalaciones nuevas, mejores o más eficientes, puede diferir estos costes y cargarlos a los períodos que previsiblemente se van a beneficiar de ellos”.

 

Por otro lado, el inciso g) del artículo 37º de la Ley de Impuesto a la Renta (LIR) dispone que a fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos de organización, los gastos preoperativos iniciales, los gastos preoperativos originados por la expansión de las actividades de la empresa y los intereses devengados durante el período preoperativo, a opción del contribuyente, siendo que estos podrán deducirse en el primer ejercicio o amortizarse proporcionalmente en el plazo máximo de diez (10) años.

 

No obstante, en la práctica se observa que muchas veces este tipo de desembolsos es reconocido en la contabilidad de manera errada como un gasto del ejercicio en que se genera.

 

Ahora bien, si bien es cierto que esta práctica hasta cierto punto es “permitida tributariamente”, no es la más recomendada ya que distorsiona el principio contable del Devengo lo cual afecta directamente los resultados del ejercicio y, si el patrimonio del inversor no es lo suficientemente sólido, puede disminuirlo significativamente perjudicando su representatividad ante evaluaciones de terceros como proveedores, clientes, instituciones financieras, entre otros.